Resiliencia creativa en formato de manifiesto escrito por Courtney E. Martin e ilustrado por Wendy MacNaughton, es la herramienta que me ha ayudado a mantenerme a flote en los días tristes, de sentimientos a flor de piel.
Me recuerda de un modo bello que nuestro sufrimiento es una poderosa fuente de conocimiento y sabiduría. Durante los momentos de dolor y pérdida, nos vemos obligados a salir de nuestra perspectiva habitual para ver las cosas desde un ángulo diferente.
Para muchos, cuando nos abrimos a las experiencias del universo, entramos en terreno de la espiritualidad. Poetas y artistas de todos los tiempos han dejado testimonio de esas experiencias.
LA FORTALEZA DEL ESPÍRITU CREATIVO
Los espíritus creativos personifican la resiliencia creativa, y nos demuestran que siempre han sido el mecanismo que saca a la humanidad de cada abismo.
“La herida es el lugar por donde entra la luz” es una cita simplificada de las líneas finales del poema “Amigos de la infancia”, escrito por Rumi allá por el siglo XIII. Y que dice:
No gires la cabeza. Sigue mirando
el lugar vendado. Ahí es donde
la luz te entra.
Y esas palabras se conectan con una estrofa de “Himno”, una canción de 1992 escrita por Leonard Cohen:
Toca las campanas que aún pueden sonar
Olvida tu oferta perfecta
Hay una grieta, una grieta en todo
Así es como la luz entra
Y nos recuerda que en tiempos de sufrimiento recién empezamos a comprender quiénes somos. Y que, si bien la pérdida sacude nuestros cimientos, también rompe el caparazón de nuestro ego y nos predispone a una nueva interpretación del mundo y de nuestro lugar en él.
KINTSUGI: TÉCNICA, ARTE Y FILOSOFIA E VIDA
En el taller de escritura creativa exploramos sobre papel distintos tipos de rotura como fuente de aprendizajes. Otra vez, las adversidades y los errores nos llevan por el camino de recuperación. Nos enseñan a sobrellevar las cicatrices.
Imposible no pensar en las llamativas piezas de cerámica reparadas con la técnica ‘kintsugi’ que, mediante el encaje y la unión de los fragmentos con un barniz espolvoreado de oro, recuperan su forma original.
En lugar de disimular las líneas de rotura, las piezas tratadas con este método exhiben las heridas de su pasado, con lo que adquieren una nueva vida. Se vuelven únicas, ganan en belleza y hondura, dan un valor a la imperfección.
Esta centenaria técnica japonesa se ha convertido en una filosofía de vida que revalida las heridas del alma. Una potente metáfora de la importancia de la resistencia y del amor propio frente a las adversidades.
LAS HABILIDADES CREATIVAS SIEMPRE NOS SALVARÁN
Pero cuando soplan malos vientos, ¿qué más nos ayuda a resistir la embestida? La respuesta es, según la escritora Joan Didion, el verdadero amor propio. La gente con esta cualidad “es dura, tiene algo así como agallas morales; hace gala de eso que antes se llamaba carácter”. En el documental “El centro cederá” cuenta en primera persona cómo superar los tiempos dolorosos, librarse de las expectativas ajenas y dejar atrás la compulsión de agradar.
Para el filósofo Josep Maria Esquirol, la memoria y la imaginación son las mejores armas del resistente. Como seres humanos, tenemos una poderosa herramienta en la capacidad de concebir alternativas a la realidad. Funciona en tiempos inciertos y también de cara al futuro donde todo lo que se pueda automatizar, se va a automatizar. Nuestro aporte a la sociedad serán las habilidades creativas, la empatía, la intuición, la sensibilidad y la inteligencia emocional.
La tarea se siente titánica. Pero a medida que aprendemos a valorar lo que se rompe en nosotros, ganamos una serenidad objetiva. Apreciémonos como somos: rotos y nuevos, únicos, irreemplazables, en permanente cambio. Aquí vuelvo a compartir una tarea que puede servir como primer paso hacia la resiliencia creativa.
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