Metas, planes y objetivos en pausa. Incertidumbre. La cuarentena por el COVID-19 es mucho más que Netflix, snacks y memes. El aislamiento nos pega a todos de manera distinta, pero en algún momento caemos en la sensación de estar un poco abrumadas por el presente y desconcertadas por el futuro.

¿También te pasa? ¡Nos pasa a todas!

A continuación, comparto algunas cosas que me están funcionando para no hundirme en la incertidumbre y progresar en mis metas. Son formas sencillas de recalcular para encontrar un balance, sobre todo cuando me siento estancada y sin saber cómo avanzar o hacia dónde.

 

APROVECHAR ESTE MOMENTO

Los miedos, angustias y frustraciones de estos días nos dieron un cachetazo de realidad sobre el trabajo, la vida social, las relaciones, los planes, las metas, las cosas que damos por sentadas, el tiempo de calidad que nos damos a nosotros mismos.

Se trata (hoy y siempre) de elegir cómo gastamos nuestro tiempo, corazón, atención, energía. Los mismos lineamientos que trabajo cada mes, pero sobre todo cada diciembre/enero al delinear mis metas superpoderosas del año: decidir intencionalmente cómo voy a usar mi tiempo.

¿Qué me ayuda hoy? Tener claridad en mis tareas, rutinas y objetivos (aunque sean pocos, aunque no sean tan productivos, aunque no logre cumplir con todos) porque me dan un sentido de estructura que me ayuda a ordenarme aquí y ahora sin colapsar.

Tres formas de avanzar en tus metas, aunque sea muy de a poco:

1) MIRAR A LARGO PLAZO

Sé que este momento no durará para siempre. Y trato de usar esa mirada de esperanza como combustible para avanzar (enfocada en progresar en las metas, en dar pasos hacia lo que deseo, aunque sean pequeños).

Por supuesto, a veces me sale mejor y otras me cuesta encontrarle la vuelta, pero pienso en experiencias de las que logré recuperarme en mi propio pasado. Y también en historias de otros, conocidos y extraños, que pudieron atravesar temporadas difíciles.

2) CULTIVAR LA ALEGRÍA AÚN CUANDO PARECE IMPOSIBLE

No renunciar a las pequeñas cosas que nos hacen sentir bien. Algunas, incluso, se intensifican en estos días alejados de mis seres queridos. Si miro con atención, descubro que disfruto un montón de:

  • Charlar con mis papás más seguido y viéndonos a pesar de la distancia gracias a Whatsapp
  • Jugar a través de Houseparty con mis hermanos
  • Probar actividades nuevas como meditar con @marielsiano
  • Dedicarme a pensar, imaginar, divagar en los ratos analógicos que van apareciendo cuando colapsa la Internet

Muchas cosas que me encantan y a veces relegamos “para otro día”. Crear momentos de alegría, deleite y belleza puede ser una de las formas más poderosas de luchar contra el miedo y, por qué no, ayudar e inspirar a los que te rodean a hacer lo mismo.

3) HACER PEQUEÑO… ¡PERO HACER!

Si me concentro en lo que importa en el panorama general, puedo dar hoy ese primer paso pequeño que va a marcar una gran diferencia mañana.

¿Quéeee? Hago lo mejor que puedo en este momento, pero hago: organizar un cumpleaños virtual, grabar un webinar o terminar este post después de varios días. Metas cotidianas me ponen en acción.

Me tomo las cosas día a día como me va saliendo, mientras me lavo las manos y trabajo desde casa y lidio con hijos que no van a la escuela. Mantenerme en movimiento para seguir avanzando, aunque parezca poco y nada. Y me recuerdo:

 

ALGUNAS PREGUNTAS QUE ME GUÍAN

Este nuevo escenario “full house” en continuado 24/7 puede llevarnos al “desbalance”, por decirlo suave, en medio de horas de tensión y en las que cuesta procesar emociones difíciles.

Encontré estas preguntas en la cuenta de Goop y que me resultaron muy útiles para repensar la comunicación con mi familia. Me resultaron un valioso recurso para descomprimir la convivencia (con muy buenos resultados, debo admitir)  y tal vez les sirvan también para  mantener la vida en casa un poco más armónica y enriquecedora.

  • ¿Cómo te sentís hoy?
  • ¿Hay algo que pueda hacer para ayudar?
  • ¿Cuáles son tus planes para hoy?
  • ¿Qué necesitamos conversar para que este día fluya de manera óptima?
  • ¿Qué podemos hacer juntos hoy que sea divertido o interesante o que nos ayude con nuestro bienestar mental y físico?
  • ¿Cómo podemos apoyar a quienes nos rodean?

 

DECIR CON IMPACTO POSITIVO

La queja es fácil. La queja es catártica. La queja hasta puede ser el inicio de una conversación. Y en estos días complicados, estuve muy tentada de usarla como desahogo y como fórmula mágica para que las cosas cambien… pero sé, sabemos, que no funciona así.

¿Cómo frené mi motivación por la queja estéril?

Por la positiva. Dejé de pensar en mis quejas y puse la mirada en todo lo bueno que recibo de otros y que es un montón.

  • Una poética propuesta por email
  • Energía contagiosa en formato de tutoriales para hacer manualidades con los chicos vía Dai, de @juguetesfogi
  • Un webinar gratis con herramientas para cultivar mi calma y bienestar
  • Rutinas de yoga por Whatsapp (que me comparte mi mamá)
  • Juegos por Twitter para desafiar a mis hermanos
  • Videos de grandes y chicos bailando la canción de Cazafantasmas para celebrar el cumple virtual de mi hijo de 5
  • Fuertes y prolongadas risas gracias al video de Niko Evans haciendo gimnasia mientras come dulce de leche (no se priven de verlo una vez más 😂)
  • Mensajes de agradecimiento por mi guía de recursos para pasarla mejor en tiempos de COVID-19
  • El desinteresado reconocimiento de otras emprendedoras que me conocieron en estos días y se tomaron el tiempo de contármelo como Johanna de @jssolucionesdemoda y su iniciativa #DescubríEnLaCuarentena o dejándome audios en IG, como Flor de @chamanica_

 

COMPARTIR ES GRATIS

Todo eso frenó mis ganas de quejarme y me empujó a DECIR. En lugar de guardármelo para mí, me dediqué a contar el impacto positivo que otros (cercanos, lejanos, conocidos y desconocidos) están teniendo sobre mí. A veces eso que nos anima a seguir son las palabras desinteresadas del que no se las guarda y cuenta cómo lo impactaron.

Por eso, si algo de esto resuena en vos y te dan ganas de compartirlo, te lo agradezco de todo corazón. Nunca se sabe quién puede estar necesitando alguna palabra que lo alienten, lo inspire, lo haga pensar. Y si lo hacés en las redes, podés usar el hashtag #ladocreativo  y  etiquetar a @ladocreativo.club  así lo puedo compartir y nos inspiramos entre todos.