El hábito creativo nos ayuda a estar conectadas con nuestra creatividad de manera cotidiana y a progresar en un proyecto u objetivo creativo de manera efectiva. ¿La clave? La práctica constante y enfocada en el progreso más que en el resultado.

A través de las pequeñas acciones que realizamos de manera efectiva, es decir, que nos hacen avanzar en lo que deseamos con amor, dedicación y consistencia.

A veces, caemos en el falso dilema del todo o nada: subvaloramos lo que podemos hacer en 15 minutos por nuestra creatividad y sobrevaloramos lo que podríamos hacer en 3 horas. Pero después de 90 días, con consistencia, esas pequeñas acciones de 15 minutos diarios habrán sumado un montón.

 

EL COMPROMISO CON LA CREATIVIDAD

La consistencia se trabaja a través de la creación pequeña, diaria, tenaz. Y para eso tenemos que:

  • Adoptar una mentalidad creativa
  • Definir qué queremos lograr
  • Delinear un camino para llegar adonde queremos
  • Priorizar la acción repetida
  • Auditar lo que hacemos
  • Medir el progreso
  • Ser efectivos en el proceso sin perder el foco ni la alegría

Cuando asumimos que somos creadores por naturaleza, nuestra percepción de la creatividad cambia. Cuando notamos que protagonizamos a diario pequeños actos creativos, que se expresan a través de una comida, de la forma en que nos vestimos, cómo solucionamos un problema o encaramos una charla, nuestra relación con la creatividad cambia. Cuando admitimos que estas creaciones hacen la vida más rica, profunda y gratificante, nuestra mentalidad hacia la creatividad cambia.

Cuanto más conscientes somos de nuestras capacidades creativas, más podemos encenderlas, explorarlas, estimularlas y entrenarlas porque funcionan como un músculo. Más las usás, más fuertes se vuelven por eso creé el programa 21 días para entrenar el hábito creativo y ahora organizo este workshop virtual BRÚJULA CREATIVA (8 Y 9 de mayo, de 2 a 6 PM hora argentina, que tiene inscripciones abiertas hasta el 6/5). Toda la info en este link: https://bit.ly/BrujulaCreativa.

 

HÁBITOS Y EL MITO DE LOS 21 DÍAS

Existe un mito muy extendido que asegura que son suficientes 21 días para convertir una acción o comportamiento determinado en un hábito.

Tiene su origen en la teoría del cirujano plástico Maxwell Maltz, quien advirtió que sus pacientes tardaban 21 días en habituarse a su nueva imagen tras una operación, o en dejar de sentir un “miembro fantasma” tras una amputación. El detalle que se omitió fue que el doctor señalaba que se tardaba 21 días… ¡como mínimo!

Más allá del número exacto, lo que podemos acordar es que hace falta cierto tiempo para desarrollar un hábito. Y la clave está en la repetición: hacer con consistencia para que funcione.

¿Y funciona? Sí, funciona. Porque esa repetición no está enfocada en las pequeñas acciones

  • Están alineadas a nuestro objetivo, entonces son efectivas
  • Están diseñadas a nuestras circunstancias, entonces son posibles
  • Están pensadas para ejecutar con mentalidad iterativa, entonces nos permiten aprender y ajustar para que sean más efectivas

 

UNA AYUDITA EXTRA: LA PRÁCTICA EN COMUNIDAD

Para progresar en un objetivo creativo es necesario trabajar con esfuerzo y compromiso poniendo en acción tu creatividad. Esa consistencia la convierte en un hábito y es el camino para alcanzar la realización. No hay atajos. Y eso no significa arduo, ni aburrido, ni abrumador.

Se trata de activar tu creatividad poco a poco todos los días y medir tu progreso, apoyándote en la experiencia real de otras personas con las mismas dudas, ganas y curiosidad. ¡El poder de la práctica creativa en comunidad nos impulsa hacia adelante! Nos ayuda a comenzar. Juntas se hace más liviano el camino para construir el hábito creativo y también mucho más entretenido.

Estamos en conexión. Hacer en comunidad es más sencillo, expansivo y emocionante porque todas tenemos que hacer frente a las mismas cosas:

  • NUESTRO CRÍTICO INTERIOR
  • LAS OPINIONES AJENAS
  • LAS ALTAS EXPECTATIVAS

Entonces, la práctica creativa en comunidad nos garantiza aliento e intercambio de experiencias, descubrimientos, opiniones…

  • Juntas, aprendemos.
  • Juntas, nos sentimos acompañadas.
  • Juntas, podemos enfrentar al miedo y más.

Nunca nadie llega solo y la creatividad no es la excepción. Por eso es tan vital encontrar a esas personas que comparten tu misma curiosidad por las cosas que te importan para CREAR. Juntas aprendemos y protegemos el entusiasmo y la alegría del proceso creativo. Todavía estás a tiempo de sumarte a BRÚJULA CREATIVA, donde aprendés herramientas y sistemas para crear un sistema que te ayude a desarrollar la creatividad cada día, todos los días.

Pensalo así: ¿cómo te viene funcionando lo que hiciste hasta ahora? Quizás sea tiempo de probar algo distinto.