2019: El año de hacer magia. Con ese nombre titulé al vision board de este año. Cada diciembre, desde hace unos 6 años, es parte de los rituales de introspección que hago para cerrar un ciclo y comenzar otro con mayor claridad y propósito

Esta búsqueda personal me resulta tan efectiva se convirtió en el wokshop Metas Superpoderosas con la loca idea de inspirar a otros y guiarlas a través de mi experiencia. Este proceso lleno de preguntas, descubrimientos y aprendizajes me ayudó a materializar Lado Creativo y me empuja a seguir mejorando para convertirlo en un auténtico espacio de inspiración y desbloqueo de la creatividad.

A continuación, los seis aprendizajes más importantes de 2019.

 

APRENDÍ QUE LA ACCIÓN ES MÁGICA

Los últimos meses de 2018 y los primeros de 2019 fueron intensos, llenos de encuentros 1 a 1 para guiar y alentar a un grupo de chicas con ganas de manifestar sus objetivos y sueños para poder progresar en ellos, poco a poco.

Gracias enormes a Flor, Jime, Pau, Romi y Clara que fueron las primeras en sumarse para visualizar qué querían con la intención de ordenar prioridades, simplificar metas y mantener el foco a la hora de decidir cómo gastar su tiempo, dinero y esfuerzo.

Con ese impulso me animé a crear el primer webinar 5 pasos para delinear metas superpoderosas. No salió como esperaba… tuve que regrabarlo, no pude cumplir con la fecha de lanzamiento y tuve que dejar el ataque de tos (y de risa) para no seguir retrasándome. ¡Más accidentado, imposible! Aun así, lo vieron casi 50 mujeres.

Entonces me animé a crear una herramienta para que fuera más sencillo trabajar para delinear objetivos y deseos. Nació el workbook de metas superpoderosas, un cuadernillo descargable para usar el poder de la palabra escrita para manifestar sus objetivos. ¿Qué faltó? Una guía paso a paso en video para acompañarlas mejor durante este proceso y también mostrar mi propio recorrido para motivarlas más. Porque soy la prueba viviente de que es posible avanzar… ¡y que el progreso es real e imperfecto!

 

APRENDÍ QUE LA ENERGÍA ES CONTAGIOSA

Este 2019, además, sería EL año de terminar con mi trabajo en relación de dependencia para dedicarme de lleno a emprender y a desarrollar Lado Creativo.

Renuncié a fines de febrero. Admito que con terrible vértigo. Pero me contuvieron las toneladas de mensajes de aliento, comentarios de apoyo y demostraciones de buena onda como pueden ver en este post de Instagram.

Enorme gratitud a Nayla, Ale, China, Vero, Maru, Flor y Sofi que me regalaron palabras inspiradoras, compartieron sus experiencias conmigo y me aseguraron que iba a poder. Agradezco también a un montón de mujeres que, cara a cara o virtualmente, me hicieron sentir que no iba a ser una aventura solitaria.

Con esa energía arrolladora llegué al She Festival y seguí conectándome con mujeres power, con ganas de ir para adelante y de ayudar a otras en el camino compartiendo sus saberes y sus aprendizajes. Ese encuentro transformador y energizante me llevó a dar un salto más y animarme a dar sesiones creativas in company, nada menos que en Mercedes Benz Argentina. Mi gratitud a Claudia que confió en mí y a María Paula, colaboradora siempre lista para acompañar mis proyectos.

 

APRENDÍ QUE, PARA AVANZAR, A VECES HAY QUE RETROCEDER

A pesar de toda esa energía en acción, me costó hacer pie en el escenario emprendedor. No pude manejar la ansiedad y la incertidumbre de no generar ingresos constantes. Y enseguida me encontré sin recursos para desarrollando Lado Creativo.

La magia del “momento aha” me había durado un suspiro. Tres meses después de mandar el telegrama me volvieron a reclutar del trabajo y por miedo a la incertidumbre, volví. Y me sentí terrible, en falta y como una completa traidora a la causa.

¿Qué iba a hacer? ¿Podría emprender si había vuelto a trabajar para una corporación? Muchas dudas y preguntas que no estaba en condiciones de responderme

Un momento TRE-MEN-DO. Me llené de dudas y perdí la confianza en mí, en mi propuesta, en mis saberes. Fue el peor momento del año (bueno, 💣💻 este también). Algunas de ustedes, incluso, se dieron cuenta porque bajé muchísimo el ritmo de posteos y me preguntaron qué pasaba. Estaba completamente bloqueada.

 

APRENDÍ QUE EL BLOQUEO TAMBIÉN PASARÁ

Hasta que un día, desconcertada entre la depresión y la parálisis… apareció la luz. Una pregunta trajo una nueva alumna y me hizo acordar de una promoción especial que tenía en la cabeza.  Y me pusieron en marcha otra vez.

Como en julio de 2019 cumplía 45, no quería desaprovechar la ocasión de ofrecer un 45% off en los talleres online. Y con ese único objetivo en mente, me puse a trabajar en monotask.

Armé las propuestas y orienté todos mis esfuerzos en esa única meta. Como por arte de magia 😉 (leé más sobre mi palabra del año acá) volví a conectarme con lo que me apasiona de Lado Creativo: crear un espacio de inspiración y aliento para encender nuestra creatividad.

Y casi sin darme cuenta, recuperé la energía y el entusiasmo. Al fin de cuentas este proyecto que comenzó hace 3 años, vivió primero muchos más en mi cabeza y en mi corazón. Lado Creativo es la forma que encontré para vivir mi propósito. Y no voy a renunciar a él.

 

APRENDÍ QUE COMPARTIR NO ES RESTAR SINO MULTIPLICAR

Me tomé un tiempo para recuperar la claridad. Para recalcular e ir por más. ¡Y lo hice!

Llegaron las cartas de inspiración con actividades y ejercicios para poner en marcha la creatividad se convirtieron en realidad. Y nuevos talleres de journaling y de escritura personal. Cada #CreativeBox que ofrecí se agotó y este año, además, concreté dos ediciones del desafío en Instagram para desarrollar el hábito creativo, una consigna a la vez.

Otra cosa que aprendí fue a compartir mi visión con otras emprendedoras para intercambiar experiencias y a pedirles feedback para mejorar y enfocar mis esfuerzos. Hasta me sumé al teanner emprendedor de Ro, hicimos un “unboxing” en vivo y regalé un mini-curso de redacción para emprendedoras.

 

APRENDÍ A VIVIR MI MANTRA

Pero quizás lo más importante que aprendí en 2019 fue a vivir mi mantra de inspiración: hecho es mejor que perfecto. Todo lo que hice puede mejorarse, claro, pero no dejé que eso me detuviera. Di lo mejor y seguí adelante. Hubo avances, retrocesos y todo lo que se les ocurra en el medio.

Compartí mis saberes, mis descubrimientos y mis inquietudes con vos y esta creciente comunidad. Y muchas ideas, recursos y herramientas para alentarlas a explorar la creatividad en medio del caos de la vida, como se pueda, porque ahí está la magia que nos llena de energía.

Voy a seguir proponiéndoles que, cada mes, armen su #calendariocreativo como forma concreta de hacerse un tiempo para encender la imaginación, dejarse guiar por la curiosidad y cortar con la rutina. ¡Vale la pena poner en pausa las excusas de siempre como “no tengo talento”, “no tengo tiempo” o “no sé por dónde empezar”!

Como siempre nos recuerda May Groppo, declararnos aprendices es una de las acciones más poderosas que podemos hacer en nuestra vida. Espero que descubran los aprendizajes de este año, estoy segura de que las van a ayudar a entender mejor qué quieren para su futuro.

Brindo por muchos, muchos aprendizajes más en 2020.