Resiliencia creativa es LA herramienta para atravesar tiempos difíciles. Este 2020 nos viene poniendo a todas a prueba y cuesta creer (y manejar) lo que estamos viviendo: temor, pánico, ansiedad y estrés.

Nos abruma el presente y nos desconcierta el futuro. ¿También te pasa? ¡Nos pasa a todas!

Estas palabras de la escritora Toni Morrison me resuenan más que nunca:

“No hay tiempo para la desesperación, no hay lugar para la autocompasión, no hay necesidad de silencio, no hay lugar para el miedo. Hablamos, escribimos, hacemos lenguaje. Así es como se curan las civilizaciones”. Me recordó el poder de la resiliencia creativa.

Y Diane Coutu, en su artículo Cómo funciona la resiliencia publicado en la Harvard Business Review, cuenta que funciona como un reflejo, una forma de afrontar y comprender el mundo, que está profundamente grabado en la mente y el alma de una persona.

 

UN EJERCICIO PRÁCTICO

Este poster con textos de Courtney E. Martin e ilustrado por Wendy MacNaughton es un bello manifiesto sobre la resiliencia creativa. Y nos propone un ejercicio para ponerla en práctica.

  resiliencia creativa manifiestoresiliencia creativa poster

 

OTRAS ESTRATEGIAS PARA DESARROLLAR LA RESILIENCIA CREATIVA

La fortaleza del espíritu creativo en acción siempre ha sido un mecanismo que ha sacado a la humanidad de sus abismos.

Pero no hace falta ser un poeta o un artista para desarrollar actitudes cotidianas de las personas con resiliencia creativa. Algunas estrategias que funcionan:

#1 – CULTIVAR EL OPTIMISMO

Una de las características de las personas resilientes es que enfrentan situaciones difíciles de manera realista y, a la vez, encuentran formas de ser optimistas y poner las cosas en perspectiva.

Como plantea Simon Sinek, los optimistas son los que están en el túnel oscuro y pueden ver la luz al final del camino. No niegan el estado actual de las cosas, pero comprenden que solo moviéndose llegarán a la luz.

Martin Seligman, un pionero en el campo de la psicología positiva, asegura que las personas optimistas tienden a interpretar los problemas como transitorios, controlables y específicos. En otras palabras, los toman como temporales y superables.

#2 – ENTRENAR LA ACTITUD

En el famoso libro Viktor Frankl, “El hombre en busca de sentido”, se ofrecen lecciones profundas sobre cómo ser resiliente en situaciones extremas. La principal es que la vida nunca deja de tener sentido, incluso en medio del sufrimiento y la muerte. Nos recuerda que, sin importar lo que esté sucediendo, podemos elegir la actitud para enfrentar lo que acontece.

En línea con esto, Stephen Covey plantea en su también reconocido libro “Los 7 hábitos de las personas altamente efectivas” que nuestra conducta es una función de nuestras decisiones, no de nuestras condiciones.

#3 –AJUSTAR LA PERSPECTIVA

Cuando nos enfocamos en las cuestiones que podemos controlar se vuelve más transitar los tiempos de turbulentos. Concentrarnos en nuestra zona de influencia en lugar de caer en las arenas movedizas de zona de preocupación y que no podemos hacer nada para modificar.

Covey señala que “dentro de nuestro círculo de influencia están los cambios de nuestros hábitos, de nuestros métodos de influencia y del modo en que vemos las dificultades que no controlamos”. Para encontrar oportunidades de cambio y de reajuste, es indispensable trabajar con imaginación y predisposición en nuestra capacidad de replantear perspectivas.

#4 – RECUPERAR LA CAPACIDAD DE EXPRESIÓN

La resiliencia creativa implica confiar en nuestra propia libertad de expresión, capaz de curar las emociones y nutrir el alma. Y esto no es un privilegio de los grandes artistas… la creatividad es una habilidad de los seres humanos.

¿Cómo nos reconectamos con nuestra fuerza creativa? Haciendo cosas por puro placer, digamos, estrictamente por diversión. Un primer paso sencillo es recordar esas actividades que adorabas hacer cuando eras chica. ¿Dibujar? ¿Cantar? ¿Correr? Ponete en acción, recuperá la emoción y déjate guiar por tu intuición.

#5 – IMPROVISAR

Las personas resilientes son maestras de la innovación y el ingenio. Tienen la capacidad de probar soluciones nuevas para viejos problemas.

Para lograrlo, trabajan con las cosas que tienen disponibles y les dan nuevas oportunidades a esos recursos. La clave: no temen equivocarse, probar, aprender haciendo y reajustar.

Esa actitud de mejora continua está en sintonía con el método Kaizen, que podemos resumir en esta pregunta: ¿Qué pequeño ajuste podría haber hecho de este día algo mejor?

 

HABILIDADES CLAVE PARA LA “NUEVA NORMALIDAD”

Hoy más que nunca, en medio de una pandemia y avanzando hacia un futuro donde las habilidades blandas serán indispensables para afrontar la “nueva normalidad”, es momento para aprender a desarrollar nuestra empatía, creatividad, intuición, sensibilidad e inteligencia emocional.

Pero… ¿somos más resilientes porque somos creativos, o somos más creativos porque somos resilientes?

Son dos cualidades que se entrelazan y que debemos desarrollar para gestionar los tiempos de incertidumbre. Y también para salir del piloto automático.

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