La creatividad no es un privilegio de los grandes talentos sino un don inexplicable y misterioso que todos tenemos. Pero… ¿cómo conectar, encender, poner en acción ese maravilloso don? Ahí es donde las cosas se complican porque hacer espacio para la creatividad es complicado y abrumador.
A veces, tener un rato para hacer alguna actividad aparentemente inútil y sin importancia parece imposible. Más aún que pueda competir (y ganarle) a la interminable lista de pendientes. Pero es posible.
Sí, entre las demandas y necesidades del trabajo, los hijos, la casa, la facultad, las temporadas familiares complicadas, los problemas. En medio de todo eso puedo añadir una dosis de creatividad a mis días. Justo aquí y ahora, en medio del caos de la vida. Y lo mejor de todo: es bastante más simple de lo que pensaba. Y mucho, mucho más divertido.
PRIMERO LO PRIMERO
Superar el bombardeo de preguntas y opiniones negativas del estilo…
- Para qué voy perder el tiempo en esto
- Cómo se me ocurre pensar en mí
- Para qué hacer algo si no soy buena … pintando, escribiendo, bordando, haciendo manualidades, scrap, collages, sacando fotos… (¿alguna más para añadir?)
- Por qué hacerlo si de todas formas haré algo mediocre
- Quién me creo que soy
No me quedó otra que enfrentar a mis demonios. Y con grandes dosis de ganas y dedicación, encontrar la respuesta. Tan simple como recordar cómo me sentía después de hacer alguna tarea creativa sin más pretensión que hacerla. Me siento alegre, capaz, emocionada, viva, lejos de la rutina, de la pereza, del aburrimiento, llena de energía. Entonces… ¿por qué no sentirme así más seguido?
NO TENGO TIEMPO
El desafío ES encontrar el tiempo para explorar nuestro potencial creativo. Y no digo ERA porque sigue siendo un desafío. Aunque admito que ahora tengo más herramientas y recursos para hacerle frente y vencer. No fue un camino con obstáculos, pero también entretenido y lleno de aprendizajes. El más importante: que si no hacemos espacio para lo que queremos en el vértigo cotidiano, nada de eso que deseamos pasa. También aprendí a equivocarme más seguido y a reírme de mis fracasos. Aprendí a no enojarme cuando las cosas salen mal o distintas a como están planeadas. Ahora estoy más abierta a lo inesperado. Y aprovecho cada oportunidad para explorar o encender mi chispa creativa sin pensarlo tanto.
TIP #1: SACAR = ESCRIBIR. Para descubrir qué actividades creativas eran significativas para mí empecé a escribir. Hice interminables listas de cosas que quería probar o aprender. Hasta que no veo mis ideas desplegadas sobre el papel… no puedo tomar acción sobre ninguna de ellas.
Cuando saco las ideas de mi cabeza me siento libre y más liviana. Por fin dejan de estar todas mezcladas y sin jerarquías, listas para priorizar. Levante la maño el que tiene demasiado en qué pensar, demasiadas ideas, demasiados proyectos. ¿Mantenés todo en la cabeza? ¿te funciona? ¿te ayuda a avanzar?
MI MEJOR ALIADO
Creé el calendario creativo para mí. Para organizarme y hacer todas esas actividades creativas que deseo, que siento importantes, que me emocionan o me dan curiosidad. Cada mes, armo un calendario creativo en el que asigno día y horario a un puñado de ideas. Primero fueron una o dos al mes, luego una por semana y ahora estoy tratando de mantener un ritmo más intenso que aspiro a convertir en hábito diario.
Mi calendario creativo me ayuda a lidiar con la falta de tiempo, de orden o de disciplina. Además, tenerlo a mano me deja menos espacio para las excusas y a domar la sensación de no saber por dónde empezar. Y ya que estoy, dejo descansar a la mujer maravilla que vive en mí. Gracias a mi calendario creativo encuentro equilibro entre lo que tengo que hacer y lo que quiero hacer. Cada vez que lo miro pegado en mi heladera tengo el empujón que necesito para estar motivada.
No se trata de tener el calendario creativo perfecto sino de tener un poco más claro el camino. Hace ya varios meses que los suscriptores de Lado Creativo reciben por correo ideas simples y divertidas para liberar la creatividad junto a un planner mensual para armar su propio calendario creativo.
Cada mes es una oportunidad concreta de poner las ideas en acción (si querés recibir el próximo newsletter con un shock de inspiración, sumate acá). Espero que así sea más fácil empezar a cultivar el hábito creativo.
DECISIONES DIFÍCILES
Dicen los que saben que escribir lo qué querés activa al cerebro de una forma única… empieza a tomar decisiones. El acto de escribir tus ideas, tus pensamientos, tus preferencias, tus objetivos es fundamental para poder lograrlos. Es el primer paso de tu plan de acción.
TIP #2: BUSCÁ EL PROGRESO, NO LA PERFECCIÓN. Para mí, la frase que mejor resume ese espíritu es: HECHO ES MEJOR QUE PERFECTO. Me impulsó a empezar este proyecto que vivió por meses en mi cabeza. Me empuja diariamente a trabajar en esta propuesta creativa con la mente y el corazón abiertos, confiada en que puedo ajustar, cambiar de opinión, aprender y corregir. Recalcular, como siempre nos recuerda la española del GPS.
La vida real es imperfecta. Cambiante. Impredecible. Y aún así, muchas veces me encontré buscando la perfección y caí en esa trampa mortal, ese ideal inalcanzable que no llega jamás. No existe el momento perfecto, ni las circunstancias perfectas ni los resultados perfectos. Somos humamos. Somos perfectamente imperfectos.
Y a fuerza de repetirme que «hecho es mejor que perfecto» convertí a esta frase en mi mantra. Me recuerda que el progreso real es el progreso imperfecto. Hay días en que puedo abrazar ese progreso imperfecto mejor que otros, claro, pero me aferro a mi mantra para seguir buscando la manera de vivir una vida más creativa.
Para llegar hasta acá, como dije antes, tuve que tomar algunas decisiones difíciles. Honestas. Asumir dónde estaba y qué podía efectivamente hacer (con mi tiempo, mi dinero, mis habilidades, mis energías). Es una lucha que aún sigo dando. Sé que no puedo hacer todo ni hacer todo bien. Simplemente, no puedo.
No me queda otra que ser brutalmente honesta conmigo y armar un calendario creativo que se adapte a mi vida. Y para no sentirme culpable por improvisar ni abrumada por tener el plan perfecto, elegí la opción de ser realista. Armo un calendario creativo realista para mí. Asumo que no voy a poder avanzar con todo ya ni al mismo tiempo, así que me concentro en hacer algo significativo. Y admito que a esa sensación de logro, de felicidad que siento al concretar algo que deseo… no hay con que darle. Esa es la magia.
TIP #3: RECORDÁ QUE ALGO SIEMPRE ES MEJOR QUE NADA. Mejor 10 minutos de escritura que la hora y media que nunca se escribe o, peor todavía, que postergás diciendo «lo hago mañana». Ese día no llega nunca. Hay que celebrar lo que podamos concretar (poco o mucho) frente a la inmensidad de la nada.
EL OBJETIVO DEL MES
Quizás una de las preguntas fundamentales que me hago antes de armar mi calendario creativo mensual es: ¿Qué quiero que refleje? Y aquí no hay malas respuestas. Cada uno tiene que descubrir ESO que desea lograr.
En mi caso, saber LA actividad del mes (esa que quiero lograr sí o sí) hace que sea mucho más fácil saber qué soltar o postergar cuando el tiempo apremia o las cosas se complican. Esa claridad no solo me ayuda a estar enfocada sino también a reajustar sin culpas ni frustraciones, incluso en los momentos que siento que la vida me lleva. ¿No te pasa que termina septiembre y sentís que ya estás comprando los regalos de Navidad? ¿Cómo enfrento esa inercia?
TIP #4: PARAR LA PELOTA. Admito que a veces me cuesta, pero voy aprendiendo a poner la atención en el ahora sin perder de vista lo que viene. Es un trabajo de equilibrista.
Les cuento cómo lo logré yo: empecé a hacerme un montón de preguntas incómodas y a responderlas de la manera más auténtica y amable que pude. Por ejemplo: ¿qué es importante en mi vida ahora y lo será dentro de 1, 2, 5 o 10 años? La respuesta que ocupa el primer lugar es bastante predecible, las relaciones con mis seres queridos. El segundo lugar se lo llevan las (aunque a veces nos olvidamos de su valor y no las honramos con amor y dedicación… tema seguramente de otro post).
Pero también el tiempo que dedico a las cosas que quiero y que me hacen bien. Ese montón de tareas y ratos pequeños y aparentemente insignificantes pero que, en retrospectiva, me encantará haber hecho porque significaron momentos especiales para mí. Les aseguro que de ese tiempo bien invertido, de conexión genuina con lo que te gusta, no te arrepentís.
CALENDARIO CREATIVO, PASO A PASO
Tal como charlamos en Instagram hace unas semanas, para aprovechar al máximo el calendario creativo es fundamental que pienses (y anotes) todo lo que deseás hacer. Luego, que organices esa lista de actividades creativas con orden de prioridades teniendo bien claro cuál es la primera del ranking en caso de poder completar sólo una (si sabés qué solar o posponer, menos estrés y frustración). Después tenés que distribuir las tareas en el planner en función de tus posibilidades. Por último, hacer.
Si necesitás un poco de motivación extra, pensá en esto: ¿qué pasaría si te dieras la oportunidad de tener un calendario creativo? Cómo afectaría a tu tiempo, tu dinero, tu humor… cómo te sentirías, qué impacto positivo tendría en vos y como eso te ayudaría a impactar de mejor manera en los otros.