Llevar un journal es una práctica que combina la escritura con herramientas más atractivas visualmente como el dibujo y el collage. De tal manera, el journaling convierte a un simple cuaderno en un documento de lo cotidiano y lo extraordinario de la vida.

Cada journal (o libreta / cuaderno / anotador) es tan personal como gente hay en el mundo. No hay reglas, ni una forma correcta de hacer journaling. Y eso es lo mágico: todos pueden convertir un simple anotador en un registro pormenorizado de pensamientos, deseos, sentimientos y observaciones de lo que ocurre alrededor.

Para mí, es una forma concreta y divertida de convertirme en una “exploradora del mundo”. Para contagiar y guiar a otros en ese camino creé Mi Diario Visual, un taller de journaling para principiantes 100% online, que fuera ese “empujoncito” que todos alguna vez necesitamos para decidirnos a explorar nuestro potencial creativo.

Estos 4 pasos son una guía simple y realizable (aún en medio de caos de la vida) para aprender cómo enfocar la mirada para encender la imaginación y descubrir realmente qué cosas nos llaman la atención.

 

PASO 1: ABRIRSE A LO INESPERADO

El arte de la observación es necesario para registrar lo cotidiano y lo extraordinario de la vida.  Y hacerlo con la mente y el corazón abiertos, indispensable.

La aventura del journaling comienza cuando nos predisponemos a estar más presentes en las situaciones que van pasando a lo largo del día y prestamos atención a lo conocido, a lo desconocido, a lo aleatorio.

Es un ejercicio crucial, que implica desconectar un rato de la tecnología, respirar hondo, usar los sentidos, sintonizar otra frecuencia. Cuando repetimos las mismas actividades día tras día, limitamos nuestra capacidad de tener nuevas experiencias. Como si nuestro cuerpo, nuestros sentidos y nuestro cerebro se atrofiaran. Por eso, es fundamental explorar nuevos temas de interés, nuevas formas de ver y pensar, emplear todos nuestros sentidos, olvidar lo que sabemos, cuestionarnos las cosas.

Dicen los que saben que, si mirás de cerca y por un tiempo medianamente prolongado, todo se vuelve interesante. Así que el primer paso es concentrar la energía en algo y dejarse sorprender.

#TIP: Confiá en lo que te llame la atención.

PASO 2: HACER POR HACER

En algún momento nos hicieron creer que siempre tenemos que hacer cosas útiles. No es así y es una de mis notas mentales favoritas. Lo maravilloso del journaling (y de cualquier otra actividad creativa o lúdica) está en experimentar, en hacer. La magia del proceso creativo está más allá del resultado final. Es un equivalente al “jugar por jugar” de la infancia.

Por algo dicen que crear es para valientes. Implica entregarnos a la magia de la acción sin garantías. En el caso de tu cuaderno, nunca olvides que es tuyo y de nadie más. No tenés obligación de compartirlo con nadie.

La idea es que sea espacio para tu libre expresión y que sus páginas no sigan criterios preestablecidos sino tus propios deseos e intereses. No aplica ninguna etiqueta ni la clasificación estándar de bien/mal.

La creatividad se despierta haciendo. Lo creo y lo experimento cada día, todos los días. Nada me vuelve tan ávida, entusiasta, adaptable y con palpable resiliencia.

#TIP: Poner en marcha la creatividad, a veces, no es otra cosa que hacer deliberadamente algo distinto. Hacer algo porque te da curiosidad, te entusiasma o te llena de energía es motivo más que suficiente.

PASO 3: REGISTRAR TODO (LO QUE QUIERAS)

A medida que nos entregamos a la tarea de documentar, las páginas del cuaderno se van convirtiendo en un excepcional álbum de nuestros días.

¿Qué cosas elijo coleccionar en mi journal?

Lo que me llama la atención, lo que me sorprende, lo que me inspira. Aprendí “haciendo” que mi mayor fuente de inspiración está a mi alrededor y es lo que hago naturalmente todos los días.

Mi journal da testimonio de un paseo por el barrio, una conversación escuchada por azar, mis obsesiones y hasta las cosas más ¿intrascendentes? como lavar los platos, hacer la cama o guardar la ropa. Me ayudó mucho suscribirme al newsletter de “Cómo funcionan las cosas” para ir aprendiendo a mirar todo desde otro punto de vista y será material de otro post.

Todo lo que vivimos puede ser un elemento a documentar en el cuaderno. Registrarlo todo es un desafío imposible y, quizás por eso, me motiva a intentarlo. Uso mis palabras, trazos y recortes para comprender lo que me rodea; y también para cambiar su significado.

#TIP: Cuando creemos en el misterio, comprendemos que todo es posible.

PASO 4:  APRECIAR TU VISIÓN

Todo es digno de ser documentado porque refleja tu visión del mundo. Punto. Esa visión es única porque refleja lo que te conmueve, te fascina, te desborda y te absorbe por completo.

Cuando emprendés ese viaje de exploración que es el journaling, tu mirada crece y también empezás a apreciar los detalles que suceden a tu alrededor que tantas veces se pasan por alto. Tu cuaderno se convierte en la oportunidad de aclarar tus pensamientos y desconectarte un rato de todo lo que pasa afuera para conectarte con lo que te pasa adentro.

El journaling es una actividad que estimula la creatividad, pero que también tiene otros beneficios: disminuye la ansiedad y el estrés, mejora la concentración, aclara la mente y pone en práctica la gratitud de manera concreta.

¿Cómo sabés si el journaling es para vos? ¡Probando! Por experiencia, esta forma de plasmar las ideas combinando palabras, fotografías, colores, dibujos y frases sueltas en pequeños collages me llena de energía creativa. Dedicarle un rato a mi cuaderno aun en medio del caos de la vida (sí, claro, nunca es el momento perfecto y al a vez, siempre lo es) me da calma, alegría y entusiasmo.

Además, mi journal es testigo de mis “destellos de intuición”. Es el lugar donde mis ideas fluyen y los puntos de vista se multiplican con un sentimiento de profunda gratitud por la experiencia que estoy viviendo.

Y eso sucede gracias cada intento fallido, a tantas páginas que no quedan como esperaba o que no transmiten lo que deseaba. Es una regla universal que los mejores resultados vienen después de muchos intentos imperfectos.

#TIP: Tu journal es para vos y para nadie más. No importa cómo vaya quedando plasmado en el papel. La clave es alabar las cosas cotidianas y mirarlas con atención y amor.

JOURNALING: TRES RAZONES PODEROSAS

Llevar un journal requiere práctica y compromiso. Lo importante es que te digas: “ESTOY COMPLETAMENTE ABIERTA A UNA NUEVA EXPERIENCIA”. Y te mantengas atenta a tus poderes, a tu intuición, a lo que te llame la atención. No te pongas más reglas que esas.

Para mí, estas son tres razones poderosas para hacer journaling:

  • Documentar la vida cotidiana es una invitación a descubrir… ¡no lo tomes como tarea sino como disfrute!
  • El objetivo es percibir la sutil riqueza que vive a nuestro alrededor
  • Confiar en la belleza de la casualidad es sintonizar con nuestra intuición y eso enciende nuestra energía creativa

Espero que estos pasos sirvan de guía e inspiración para que arranques tu journal y conectes con tu lado creativo y pongas tus ideas en acción. Si dejás un comentario me ayudás a mejorar, me llenás de entusiasmo y, quien te dice, tus palabras inspiran a alguien más. Si ponés tus ideas en acción y lo compartís en las redes, podés usar el hashtag #ladocreativo y etiquetar a @ladocreativo.club así nadie se pierde la diversión.